Páginas

sábado, 20 de diciembre de 2014

Measure for Measure, de Shakespeare



*Título: Measure for Measure
*Autor: William Shakepeare
*Editorial: Oxford University Press, 2008 (Inglés)
*Páginas: 255

Isabella quiere ser monja. A su hermano Claudio le van a ejecutar por haber dejado embarazada a una mujer estando ambos solteros. El Duque se disfraza de monje para acceder personalmente a las conciencias y a los corazones de sus súbditos sin ser reconocido. 

Y tú dirás, pues mira qué interesante, mira qué clásico, mira qué Shakespeare. Y yo te digo que no, que ni hablar. Que hay demasiados personajes, algunos tan solo con dos o tres líneas, que no aportan nada a la acción pero salen y entran de escena. Que las reacciones de todos al final son ridículas, y no en plan gracioso (se supone que es una comedia), si no en plan vergüenza ajena; no comprendo el objetivo de darle esa puntada absurda. Que el libro se hace denso, lento, pesado. Y que yo no le he encontrado la gracia, prefiero las tragedias de Shakespeare, esas sí. O si acaso, El Sueño de Una Noche de Verano, que por lo menos tiene un ambiente curioso y atractivo


Que no te digo yo que un día que tengas así ganas de tostón y nada mejor que hacer puede ser una buena opción, pero si no has leído nada de Shakespeare antes, definitivamente no empieces por aquí o acabarás tirándote de los pelos.


Mi puntuación: 5

martes, 16 de diciembre de 2014

The Vanishing Act of Esme Lennox, de Maggie O'Farrell




*Título: The Vanishing Act of Esme Lennox
*Autor: Maggie O'Farrell
*Editorial: Tinder Press, 2014 (Inglés)
*Páginas: 277


Bueno, bueno, bueno, un caramelito. Para ser una lectura obligatoria de una asignatura de la carrera, esta novela ha supuesto un placer y un descanso entre áridas obras de Shakespeare.

Drama histórico con dos líneas temporales intercaladas (al más puro estilo Kate Morton en El Jardín Olvidado). Iris, una joven contemporánea que tiene un negocio de ropa vintage recibe una llamada para ir a recoger a su tía abuela a un centro psiquiátrico. El problema es que es la primera vez que oye hablar de ella, ya que su abuela nunca ha mencionado a ningún hermano. Así empieza The Vanishing Act of Esme Lennox y, a medida que va avanzando la trama se van revelando los secretos familiares y los acontecimientos que llevaron a Esme, la menor de dos hermanas nacidas en la India británica de principios del siglo XX, a un centro psiquiátrico en Escocia.

Siento debilidad por este tipo de tramas históricas, dramas familiares... y si encima incluyen a mujeres ancianas que van desvelando sus errores pasados (EXPIACIÓN, EXPIACIÓN, EXPIACIÓN), mansiones y paisajes bonitos y cargados de intensidad emocional, mejor que mejor. No es una obra maestra ni nada por el estilo, pero se lee rápido, es agradable y hasta igual se te cae un lagrimón.



Bonus: en toda la trama hay una crítica implícita a la situación de la mujer a principios del s.XX, subyugada a sus padres y después a su marido, y a lo que aún queda de eso en la sociedad actual; crítica muy necesaria, en mi opinión, y que suma puntos a la novela.

Mi puntuación: 8

sábado, 13 de diciembre de 2014

El Gladiador de Chueca, de Carlos Sanrune


 *Título: El Gladiador de Chueca
 *Autor: Carlos Sanrune
 *Editorial: Egales, 2013
 *Páginas: 260



De esta manera tan tonta, y en vez de estudiar para los exámenes de la carrera, que es lo que debería estar haciendo en este sábado oscuro de diciembre, me atrevo a escribir mi primera reseña literaria. 

El Gladiador de Chueca es una novela directa, rápida, a ratos obscena en el mejor sentido de la palabra y conmovedora. Fue un regalo de cumpleaños de unos buenos amigos, y en cuanto la ojeé en el cercanías, de camino a casa, supe que la iba a devorar rápidamente. El autor nos introduce, a través de una voz directa del protagonista, a modo de grabaciones, en los devenires de un joven gay desde su más tierna infancia en un ambiente rural, a través de su estancia en un internado católico y hasta los rincones más sórdidos del Madrid de los 90 y el mundo de la prostitución homosexual. Se trata de una especie de viaje a través de la vida, los desamores y las desventuras de este particular gladiador en su búsqueda personal, de tintes picarescos.


Lo primero que quiero destacar es el tono de la novela, esa primera persona directa, malhablada, atrevida, que desde la primera página nos hace empatizar con un muchacho perdido, con mucho mundo a sus espaldas y muchas decepciones vividas. Las anécdotas sexuales, que abundan, y mucho, parten de lugares comunes, reconocibles, pero transitan por caminos más lamentables que acaban por despertar -al menos, en mi caso- una sensación de profunda tristeza y empatía hacia el protagonista.


De lectura ágil y emociones intensas, El Gladiador de Chueca se considera un clásico del subgénero de literatura gay en español (la primera edición data de 1992), y es evidentemente difícil de conseguir, aparte de en librerías especializadas. Para acabar me gustaría elogiar la valentía del autor, Carlos Sanrune, y de la editorial Egales por atreverse a lanzar y mantener en el mercado libros con esta temática, en tiempos, como dice la canción, malos para la lírica.

Mi puntuación: 7